Existe una apreciación sobre la función del empresario, que es necesario examinar:
1. En términos históricos, el empresario se define por la propiedad o no de medios de producción. Es decir el empresario con poder de mercado oligopólico. El talento o la capacidad es secundaria.
2. La afirmación anterior no supone que toda entidad que asuma la propiedad de los medios de producción será eficientemente emprendedora. Ello depende de los estímulos sociales y económicos que correspondan al trabajo desplegado en relación con la cantidad y la calidad.
3. La función social del empresario concebida como la capacidad para combinar recursos humanos, materiales y financieros con la finalidad de producir un bien o servicio que satisfaga necesidades humanas, no es un atributo cualquiera, es decir que no cualquier obrero o político puede ejercer la función del empresario así concebida; es evidente que no cualquiera puede ser un Thomas Alva Edison o un Henry Ford, independientemente de sus posiciones ideológicas.
4. El pensamiento del genio empresarial puede ser compensado, probablemente no sustituido, por el pensamiento colectivo. Pero el trabajo de conducir estratégicamente una empresa pública o privada no es un trabajo manual, sino de trabajo dominantemente intelectual. Si se puede hacer la comparación podemos afirmar que pretender que una entidad empresarial sea conducida por obreros sin formación e información es como intentar que un ejército, sea conducido por un estado mayor de soldados y no de comandantes o generales.
5. La función de conducción, en una empresa o en un ejército es una función especializada y por lo tanto en cualquier sistema económico, aunque no se defina su retribución por la propiedad o no de medios de producción, será compensada de manera diferenciada.
1. En términos históricos, el empresario se define por la propiedad o no de medios de producción. Es decir el empresario con poder de mercado oligopólico. El talento o la capacidad es secundaria.
2. La afirmación anterior no supone que toda entidad que asuma la propiedad de los medios de producción será eficientemente emprendedora. Ello depende de los estímulos sociales y económicos que correspondan al trabajo desplegado en relación con la cantidad y la calidad.
3. La función social del empresario concebida como la capacidad para combinar recursos humanos, materiales y financieros con la finalidad de producir un bien o servicio que satisfaga necesidades humanas, no es un atributo cualquiera, es decir que no cualquier obrero o político puede ejercer la función del empresario así concebida; es evidente que no cualquiera puede ser un Thomas Alva Edison o un Henry Ford, independientemente de sus posiciones ideológicas.
4. El pensamiento del genio empresarial puede ser compensado, probablemente no sustituido, por el pensamiento colectivo. Pero el trabajo de conducir estratégicamente una empresa pública o privada no es un trabajo manual, sino de trabajo dominantemente intelectual. Si se puede hacer la comparación podemos afirmar que pretender que una entidad empresarial sea conducida por obreros sin formación e información es como intentar que un ejército, sea conducido por un estado mayor de soldados y no de comandantes o generales.
5. La función de conducción, en una empresa o en un ejército es una función especializada y por lo tanto en cualquier sistema económico, aunque no se defina su retribución por la propiedad o no de medios de producción, será compensada de manera diferenciada.
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